lunes, 17 de noviembre de 2008
POSEIDON
Es Año Nuevo, y la fiesta de fin de año ha dado comienzo en el mar del Atlántico Norte, abordo del crucero de lujo Poseidón. Uno de los mejores barcos de su clase, el Poseidón tiene una altura de más de 20 pisos, presume de sus 800 camarotes, y 13 cubiertas para los pasajeros. Esta noche, muchos de los huéspedes se han reunido para celebrar el Año Nuevo por todo lo alto en el magnífico salón de baile principal. Todos elevan sus copas de champán a la vez que el Capitán Michael Bradford brinda por el año nuevo y la banda da paso a una versión de Auld Lang Syne. Mientras tanto, en el puente, el primer oficial presiente que algo no va bien. Atisbando el horizonte, lo encuentra, una vastísima ola, un monstruoso muro de agua de más de cien pies (unos treinta metros) de altura se dirige hacia ellos a gran velocidad. Tratará de desviar al barco y evitar el mayor impacto pero es demasiado tarde. La ola les golpea con una fuerza colosal, lanzando al barco por los aires, antes de darle la vuelta por completo. Los pasajeros y la tripulación se ven inmersos en una caída libre que acaba en los escombros o en la inmersión en el mar, pues el agua ha destrozado las ventanas. Al acabar el colapso, las líneas de gas quedan rotas y escupen fuego, y la electricidad falla dejando grandes secciones del buque sumergidas en la oscuridad y el caos.
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